viernes, 31 de enero de 2014

El Pirata Hojalata (6)- La isla de los monstruos (1)

Ante la masiva petición popular, me veo obligado a publicar otra aventura del genial pirata Hojalata. Que os guste.


El Pirata Hojalata (6)- La isla de los monstruos (1)


Después de varios días en la isla, en los que clara, Hojalata y tiberio no hicieron otra cosa más que jugar en la playa y comerse las golosinas que amablemente les habían regalado los hombres-Helado, días en los que Jorge no apareció, vieron asomar su barco amarillo otra vez por el horizonte. Muy contentos, los tres amigos fueron a saludarle, pero al subir al barco se dieron cuenta que este estaba un poquito asustado, y muy serio.
 
-¿Qué te ha pasado? dijeron los tres. -¡hacía mucho tiempo que no venías!
 
-Es que no encontraba el camino - Dijo Jorge.
 
-¿Como??
 
Pues veréis... y les empezó a relatar esta historia:
 
Resulta que, como sabéis, para que Jorge visite la isla debe estar dormidito, y, una vez en su cama, coge su barco pirata y, navegando por el mar de los sueños, llega a la isla de Hojalata. Pero, claro, no es la única isla que hay en el mar. Hay muchas otras más, de las que ya iremos hablando. Una es la isla de los Hombres-Helado, por ejemplo... y hay otras un poco tenebrosas.
 
Como el mar es mágico, hay que navegar con la imaginación, y normalmente siempre se llega donde uno quiere, pero hay veces que soplan tempestades, y te desvían del rumbo. Y eso es lo que le había pasado a Jorge.
 
Llevaba intentando más de una semana, acostándose todos los días prontito, ir a la isla de Hojalata, porque tenía muchas ganas de ver a sus amigos,  pero siempre acababa embarrancando en una extraña isla, poblada de animales grandes y feos, que emitían unos ruidos extrañísimos y aterradores. Menos mal que, siempre que estaba a punto de embarrancar en aquella tétrica isla, acababa despertándose, y así no pasaba mucho susto. Pero claro, entre unas cosas y otras, estaba preocupado, porque no podía ir a visitar a sus amigos
 
Estaba contándoles esto, cuando Hojalata dijo, muy serio.
 
-ya sé dónde has estado, Jorge. Has estado a punto de atracar en la isla de los monstruos.
 
y Hojalata les contó que dicha isla era un lugar desolado y oscuro, poblado de bosques llenos de zarzas y brezos pinchudos, y un montón de animales salvajes y fieros, todos ellos gobernados por el señor de los monstruos, un ser feo, repelente y con colmillos retorcidos, que se divertía asustando a los niños.
 
-¿y qué puedo hacer? dijo Jorge. Cada vez que intento venir, aparece la dichosa isla enmedio, y tengo que dar la vuelta y volver a mi casita sin veros.
 
En esto, Clara dijo:
 
-¿Te da mucho miedo la isla?
 
-Jo, es muy obscura y hay muchos ruidos feos-dijo Jorge- Y, al ir solo....
 
-Ya está- Dijo Hojalata. Tengo la solución. Vamos a enviar una expedición de castigo a la Isla de los monstruos. Así, yendo todos juntos, no nos dará miedo, y daremos una lección a esos bicharracos que te impiden venir a visitarnos. ¿Quién se apunta?
 
y , con grandes gritos de guerra, los cuatro amigos sacaron de sus baúles los trajes de pirata, las espadas y las provisiones y, embarcando en el fabuloso barco de Jorge, emprendieron rumbo hacia la isla de los monstruos, dispuestos a no dejar ni uno, para que no volviesen a molestar a nadie que surcase el mar de los sueños.

jueves, 30 de enero de 2014

Hoy toca rodaje largo

Pues sí.
 
Hoy (Por ayer, que esto va con decalaje) tocaba rodaje "largo", en vista de que quedan como tres meses para la meda maratón prevista, y que esta semana no sé si podré volver a correr, a no ser que me anime el sábado.
 
Si por largo se entiende rodar casi 12 km, frente a los diez habituales, claro. El problema es cuando en vez de 12 toquen 16, circunstancia que aún no me quiero ni plantear.
 
¿Correr dos horitas seguidas? No sé si me aburriré como una ostra o sufriré como un perro, probablemente las dos cosas juntas. Ya no quiero imaginar lo que será correr el maratón enterito.
 
Es lo que tiene correr a la velocidad de la luz. Que se te hace eterno. Menos mal que por la noche hay poca gente, que esto de salir en invierno tiene la desventaja de que ya no quedan aficionados en los parques, como conté en alguna ocasión previa.
 
Por lo menos ya voy aguantando el ritmo de los colegas, con lo que se hace menos aburrido. Y, como hay uno que se piensa correr los 42,195, me huelo que no voy a tener problema de compañía en las tiradas largas.
 
Otra cosa son las ganas. Probaremos. Si no apetece, pues nada, que esto es un hobby. Pero voy a tener que dejar de leer blogs de running. Desmoralizan mucho.

miércoles, 29 de enero de 2014

Nuevos objetivos

Mucho hace que no entro por aquí, pero, la verdad, entre la vida ocupada que llevamos y la sequía de ideas, no me ha dado para más.
 
¿De qué podría hablar, que fuese medianamente interesante?
 
Y así, a bote pronto, se me ocurre que de los nuevos objetivos correriles que me planteo en 2.014.
 
En principio, y como sólamente es el segundo año que corro medio en serio, lo tengo fácil.
 
Primero: superar el kilometraje dl año pasado. No fué poco, por lo menos para mí (unos 1.150 Km.), pero es superable. ¿Objetivo? me gustaría llegar hasta los 1.500, contando carreras y entrenamientos, pero sin agobios. Ya veremos. que, al fin y al cabo, esto es para divertirse.
 
Segundo: Ya puestos a perder peso, quedarme sobre los 80, de los 84-85 en que estoy ahora. Modesto a primera vista, pero si tenéis en cuenta que ya he perdido 22...no lo es tanto.
 
Tercero: Correr la media marathon de Madrid (o alguna otra, no tengo claro si la media, la media de la propia marathon,...una de esas. Miedito me da, que es mucha tralla, y dependerá de lo que haya podido entrenar de aquí a Abril. Para esto tendré que subir algo la distancia algún día de la semana.
 
Oye, no sé si se cumplirá alguno de todos estos. Intentarlo, lo voy a intentar. A ver que tal. Por lo menos este año tengo una guía, y de momento no me planteo dejarlo, que era algo que no estaba nada claro el año pasado por estas fechas. Me da que para Rio no llego, peeeero...

martes, 14 de enero de 2014

Esos piques insanos

Hoy, Martes. Día de recuperación, pues ayer tuvimos entreno. Y, por primera vez después de mucho tiempo, con quórum de participantes. Hacía muchos (meses) que no corríamos todos juntos, y, aprovechando el desentreno general, y que no me dolían los remos, me decidía a tirar como un loco. Oye, que a mi me dejan tirado (y lo volverán a hacer). Para un día que lo hago yo, no me critiquéis en exceso. Prometo que mañana volveré a ser bueno...o no.
 
y es que, ¿qué sería de este sano deporte sin los insanos piques? Pues eso, un aburrimiento. Menos mal que soy de los del paquete de atrás, que si no me volvería insoportable.
 
Tanto hablar de las virtudes del Running, del efecto zen que provoca, de la descarga de adrenalina, del compañerismo... ¿y nadie habla de que somos como buitres carroñeros, siempre espiando la debilidad ajena para hacérsela pagar? Si somos peores que los conductores, por favor... Eso sí, cuando alguien se hace daño, se para (faltaría más). Pero a cambio de desangrarle a chirigotas en las cañas.
 
¿Competición con uno mismo? seguro, pero si podemos pasar al vecino del 5º, mejor que mejor. Que picones somos un rato, pero lo de mentirnos a nosotros mismos, me parece demasiado. y, para que negarlo, mola.
 
Lo malo es cuando estás echando el higadillo fuera y de repente escuchas a los que has logrado dejar atrás 10 metros rajando como porteras. ¿Será posible? estos seguro que tienen doble turbo, o algo así. ¿Se doparán? Pues será a base de ginebra, porque otra cosa no les veo yo meterse...y a eso doy positivo yo también.
 
Va a ser que no estamos dotados con un genoma keniata, para darle a la pierna, sino con uno más acorde al lanzamiento de martillo, qué le vamos a hacer.
 
Pero vamos, que se descuiden. El día menos pensado me bajo el bate y, como me ponga el primero verás como no pasan.
 
Un abrazo, compis...
 

lunes, 13 de enero de 2014

El Pirata Hojalata (5)- La isla de los Hombres-Helado

a pesar de que la vida sigue, y los entrenamientos también, visto que no se me ocurre nada enjundioso, vamos a continuar con la saga de hojalata.

¡Que os guste!



El Pirata Hojalata (5)- La isla de los Hombres-Helado


Y ocurrió que, al cabo de un par de días, a Clara, que se había quedado a vivir en la isla de Hojalata, le pareció ver unas velas verdes en el mar, allá a lo lejos. 

Muy emocionada, marchó corriendo a avisar a sus amigos, y así, entre los tres y con la ayuda de un catalejo, vieron aparecer poco a poco un barco amarillo en el horizonte. 

¡Bien! ¡Ya estamos todos! Exclamó Hojalata, al comprender que efectivamente se trataba del barco pirata de Jorge. 

Una vez este hubo atracado en la playa, y después de haberse saludado efusivamente, se pusieron a planear su siguiente aventura. 

¡Ya sé! Dijo Tiberio. Podemos ir a por el fabuloso tesoro de los Hombres-Helado.

Y les explicó que se decía que, en una isla cercana, vivían unos seres que llevaban cucuruchos en la cabeza, y que se dedicaban a fabricar helados de todos los sabores y colores posibles, y que eran de largo los más ricos que probarse pudiera. 

Después de aprobar por aclamación la idea del tiburón, dado que en esos momentos se encontraban en el lado soleado de la isla, y a todos les apetecía un helado de cucurucho con muchas bolas, sin pensarlo dos veces cargaron todo lo necesario en el barco (o sea, la merienda, el agua y las espadas de cartón, y zarparon en la dirección que Tiberio les indicó. 

Una vez arribaron a la isla, vieron a gran cantidad de hombres-helado esperándolos en la playa, enarbolando lo que parecían grandes cuchillos. Lejos de arredrarse, y a pesar de que, al estar en tierra poco les podía ayudar Tiberio, los tres se lanzaron al ataque, dando desaforados gritos....hasta que llegaron a la playa, en donde uno de los habitantes del lugar les dijo 

-Eh, eh, que pasa, ¿por qué gritáis tanto? 

-pues… es que venimos a asaltaros – Dijo Hojalata.

-¿Por qué? 

-Para comernos el helado, naturalmente, le explicó Clara, con aspecto desafiante.

-¡Pero si no hace falta! Les dijo el que parecía el portavoz de los lugareños. ¡Si os invitamos! De hecho, y según se enteraron después, sentados en la terraza del jefe, los Hombres-Helado eran unos habitantes pacíficos del mar de los sueños, que estaban deseando que viniese gente a probar sus creaciones, porque, como había tanto pirata malo en el mar, nadie se pasaba nunca por su isla, y acababan con dolor de barriga de tanto comer dulce. Lo que habían tomado por largos machetes, era en realidad palas de repostería, y se habían congregado todos al verles solamente para saludarles. 

Así, una vez que comprobaron la buena disposición de aquellas gentes, montaron un tenderete al lado del mar, para que Tiberio pudiera comer helado con ellos tres, y se dispusieron a degustar aquellas maravillosas creaciones a las que los generosos habitantes de la isla los convidaban.

Y una vez ahítos, y tras prometer a aquellas buenas gentes que los visitarían a menudo, y que si observaban alguna amenaza acudirían a defenderles, zarparon rumbo a su propia isla, con el fin de reposar de tantas emociones.

jueves, 2 de enero de 2014

Propósitos de año nuevo

Año nuevo, vida nueva... U objetivos nuevos, más bien.
 
después de un primer año trotando por los parques de Dios, toca replantearse objetivos. Si al principio era sobre todo bajar chicha, ahora toca mejorar marca. Cachis...
 
Que sí, que el objetivo a principio de año se cumplió, bajar de 60 en la Sansil (54:58. Menos de 55. Poco menos que volar bajo, ¿no?). ahora debería de tocar menos de 50. Y seguir corriendo. Y bajar un poco de chicha si se puede.
 
Por cierto, ¿que tal la Sansil? Como pica la subida de Vallecas, ¿eh?. Primer año que salgo en un cajón adelantado. Se pierde ambiente, pero puedes correr (algo) mas relajado. De hecho al poco de empezar me tiraron contra una señal... Pero si no fuese por la cantidad de gente, esta carrera no sería ni parecida. Impresiona ver a 40.000 ti@s corriendo alrededor tuyo, por lo menos a mi. aunque fastidie ver a padres con carritos pasarte. o a tíos con disfraz de perrito. O gente parándose en los semáforos en rojo, que llegan 15 minutos antes. Pero es correr con la sonrisa en la boca. y eso mola.
 
Encima hizo muy buen tiempo, que se agradece, tal y como iban las previsiones. No llovió, ni pasamos excesivo frío. lo dicho, un lujazo para acabar el año.