miércoles, 18 de diciembre de 2013

El Pirata Hojalata (4)- El encuentro con la Princesa.

Por no daros más envidia, cuelgo otro capítulo del pirata más famoso del mar de los sueños. Amenazo con seguir mañana, que ya me han llegado las zapatillas, y un gorro de última hora.


El Pirata Hojalata (4)-  El encuentro con la Princesa.

Mas, hete aquí que, al subir al barco amarillo, descubrieron que tenían un polizón. Bueno, en realidad era una polizona, pues era una niña, algo mayor que Jorge y Hojalata, pero también bastante jovencita.
-¿Y tú qué haces aquí? Preguntaron, una vez repuestos de la sorpresa
-Pues… yo es que iba a bordo del otro barco
-¡Una pirata! ¡Acabemos con ella! Gritaron Jorge y  Hojalata
-A mí, a mí Gritó Tiberio, que se había quedado con un poco de hambre (pues no pudo dar más que un par de bocados a los corsarios enemigos, de lo rápido que se habían escabullido)
-Eh, eh, tranquilos, que no soy pirata, ni nada… Yo venía a bordo del barco, con la tripulación. En realidad...
-¿Qué? Gritaron los tres al unísono.
-En realidad…. Soy una princesa.
-¡Hala! Que guay – Dijeron.
-Pues no tanto, no os vayáis a creer. Ser una princesa es un rollo. No me dejan hacer nada ni jugar con los niños normales, no vaya a ser que me manche o me haga daño. La vida de las princesas es aburrida, solamente podemos poner buena cara y esperar al Príncipe azul, que por lo que cuentan debe ser un rubio bobo que no hace otra cosa que cepillarse el pelo todo el rato y montar a caballo matando dragones…¡Con lo bien que me caen a mí los dragones!
-Oye…y si no te gusta, ¿Por qué no dejas de ser princesa?
-Es que no me dejan. No me dejan ni salir de casa. De hecho me estaban trasladando a otro castillo más alejado porque había osado hablar con gente normal…
-Pues aprovecha, y vente con nosotros. Somos piratas, pero buenos, no te vayas a pensar. ¿Quieres ser parte de la tripulación?
-¿Me dejáis? ¡Pues claro que quiero!, pero únicamente si me dejáis una espada y correr aventuras con vosotros. ¿Quién es el capitán?
-Pues… Depende del día. Hoy se lo ha pedido Hojalata. Si quieres te lo puedes pedir tú otro día.
-¡vale!
 
Y así, sin más, se unió a la pandilla la princesa Restilina, a la que a partir de entonces llamaron Clara, porque no le gustaba nada lo de princesa, y menos aún el nombre, que mira que era feo, eh…

Y así, con las mismas, llegaron a la isla, donde se despidieron todos de Jorge, que regresaba a su casa hasta otra noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario