Por no daros más envidia, cuelgo otro capítulo del pirata más famoso del mar de los sueños. Amenazo con seguir mañana, que ya me han llegado las zapatillas, y un gorro de última hora.
El Pirata Hojalata (4)- El encuentro con la Princesa.
Mas, hete aquí que, al subir al barco amarillo, descubrieron que tenían un polizón. Bueno, en realidad era una polizona, pues era una niña, algo mayor que Jorge y Hojalata, pero también bastante jovencita.
El Pirata Hojalata (4)- El encuentro con la Princesa.
Mas, hete aquí que, al subir al barco amarillo, descubrieron que tenían un polizón. Bueno, en realidad era una polizona, pues era una niña, algo mayor que Jorge y Hojalata, pero también bastante jovencita.
-¿Y tú qué haces aquí? Preguntaron, una vez
repuestos de la sorpresa
-Pues… yo es que iba a bordo del otro barco
-¡Una pirata! ¡Acabemos con ella! Gritaron
Jorge y Hojalata
-A mí, a mí Gritó Tiberio, que se había
quedado con un poco de hambre (pues no pudo dar más que un par de bocados a los
corsarios enemigos, de lo rápido que se habían escabullido)
-Eh, eh, tranquilos, que no soy pirata, ni
nada… Yo venía a bordo del barco, con la tripulación. En realidad...
-¿Qué? Gritaron los tres al unísono.
-En realidad…. Soy una princesa.
-¡Hala! Que guay – Dijeron.
-Pues no tanto, no os vayáis a creer. Ser una
princesa es un rollo. No me dejan hacer nada ni jugar con los niños normales,
no vaya a ser que me manche o me haga daño. La vida de las princesas es
aburrida, solamente podemos poner buena cara y esperar al Príncipe azul, que
por lo que cuentan debe ser un rubio bobo que no hace otra cosa que cepillarse
el pelo todo el rato y montar a caballo matando dragones…¡Con lo bien que me
caen a mí los dragones!
-Oye…y si no te gusta, ¿Por qué no dejas de
ser princesa?
-Es que no me dejan. No me dejan ni salir de
casa. De hecho me estaban trasladando a otro castillo más alejado porque había
osado hablar con gente normal…
-Pues aprovecha, y vente con nosotros. Somos
piratas, pero buenos, no te vayas a pensar. ¿Quieres ser parte de la
tripulación?
-¿Me dejáis? ¡Pues claro que quiero!, pero
únicamente si me dejáis una espada y correr aventuras con vosotros. ¿Quién es
el capitán?
-Pues… Depende del día. Hoy se lo ha pedido
Hojalata. Si quieres te lo puedes pedir tú otro día.
-¡vale!
Y así, sin más, se unió a la pandilla la
princesa Restilina, a la que a partir de entonces llamaron Clara, porque no
le gustaba nada lo de princesa, y menos aún el nombre, que mira que era feo, eh…
Y así, con las mismas, llegaron a la isla, donde se despidieron todos de Jorge, que regresaba a su casa hasta otra noche.
Y así, con las mismas, llegaron a la isla, donde se despidieron todos de Jorge, que regresaba a su casa hasta otra noche.
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