jueves, 28 de noviembre de 2013

El Kilómetro 1.000

Que sí, que es uno como cualquiera otro, vale...Pero no.
 
Me estoy refiriendo al que voy a hacer en la próxima salida. El km. 1.000 en un año. Si alguien me dicen antes de empezar que los hago, me rio en su cara. Pues fíjate tú, que los he hecho. Bueno, o casi, que llevo 996. Y aún es más especial, porque es el primer año que los hago. No es de extrañar, es el primer año que corro en serio.
 
Esto lo que a mí, particularmente, me quiere decir es que he conseguido afianzar el hábito de correr, y que me gusta, lo cual no era algo que tuviese claro desde un principio.
 
Así pues, con motivo de tan gloriosa efeméride, me he puesto a bucear, buscando algunos datos que he ido almacenando. Por cierto, esto de los programas de entrenamiento es maravilloso, otro día tengo que hablar de ellos. La cantidad de datos que puedes acumular, a poco que te preocupes un poco, es sorprendente. Y la motivación que te supone verte mejorar día a día es un inmejorable acicate.
 
Para conseguirlo, mi amado Runtastic me informa que he invertido alrededor de 100 horas, 16 minutos, distribuidos en 101 salidas, lo cual es un montón de tiempo y esfuerzo empleados.
 
Más datos que, por lo menos a mi, me sorprenden, son:
 
- De ir a 6:32 de media mensual el kilómetro al inicio, he pasado a ir a 5:32. Ya sé. Es lento, pero oyes, a mi me parece una barbaridad. Más aún si comparo el tiempo más rápido que he hecho en un 10, que ha mejorado mas de 8 minutos desde mi mejor marca, años ha.
 
Teniendo en cuenta que el objetivo era hacer menos de 60 para la sansil, y que lo pulverizamos recientemente en la carrera de las aficiones con 51:27, no está nada mal el tema.
 
Esto a su vez indica que he pasado de ir a 9.17  Km/h a 10.84 Km/h de media, nuevamente. Si encima tenemos en cuenta que la distancia la hemos ido incrementando paulatinamente a lo largo de estos meses, haciendo actualmente salidas de 10-12 km cada vez, implica que cada vez estoy corriendo más distancia más rápidamente, que, de por sí solo, ya es un motivo de satisfacción.
 
Pero hay otra, de la que me siento un poco más orgulloso: ya hablé de ella en otra entrada, pero es que veinte kilos no se pierden en un día...





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