El descansar, es una parte muy importante de tu entrenamiento, dicen. Que tienes que recuperar esas fibras musculares que has estado castigando por el parque, cuentan.
Creo que se refieren a que no te sobreentrenes, que esto de doblar sesiones todos los días es malo. Que por mí no se preocupen, que soy incapaz de entrenar dos días seguidos, no digamos dos veces en un día. pero yo voy por otro lado. Por el lado del dormir. Que también te dicen que es muy necesario (Nos ha jodido, como que si no la diñas).
Lo que no te dicen es cómo hacerlo. Porque por lo menos yo, que normalmente duermo fatal, el día que entreno ya es horroroso. das cuatrocientas veinte vueltas en la cama, cinco patadas a la mujer, (Que, afortunadamente tiene mejor dormir que tú), trece viajes al baño, revuelves todas las sábanas y no te caes de la cama porque Dios no quiere, pero de dormir, lo justito.
Y es que esto de realizar las sesiones a las nueve implica que, a la hora que tienes que ir a la piltra estás activado, y el sueño que arrastras a lo largo de toda la jornada, ahora que te hace falta, se ha desvanecido.
Que sí, que esto se podría solucionar en parte corriendo por la mañana, en vez de por la noche, pero mira, es que me da una pereza mortal. Que una cosa es correr, y otra hacerlo como un zombi. Además, cualquiera sale de la cama a las 6, con el frío que hace y lo a gusto que está uno en la cama.
Y no me vengáis con tisanas, que tampoco funcionan. Por lo menos a mí. Así pues, habrá seguir así, hasta que a alguna lumbrera de las revistas deportivas se le ocurra la solución. Total, uno está casi acostumbrado.
Anda, mira, el despertador. Ahora que me estaba empezando a dormir..
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