Correr…..
es barato, ¿no es así? Y fácil, o por lo menos sencillo de practicar. Al fin y al cabo, todos salimos sabiéndolo hacer mejor o peor de fábrica. Te pones
unas zapas (las que tenías en el armario muertas del asco porque, según tu
mujer, -¿no te irás a poner eso,
verdad?- , el pantalón corto de tomar el aperitivo en verano y la camiseta de “Jamones
Lázaro” que no sabías que hacer con ella, y listo, p’al parque.
Pues
no. O por lo menos, no del todo. Para empezar a darle, probar un
día y ver si te gusta (o no te horroriza lo suficiente para dejarlo) vale, pero
una vez metido en harina empiezas a ver que…como que no. Por partes.
-Zapatillas:
De todas
las chorradas que aquí escribo probablemente sea la única en la que me
considero capacitado para daros un consejo: no vale cualquiera. Ya te darás cuenta, ya. Tu vuelves de
correr (o de hacer running, si eres muy cool, aunque lo dudo, si has salido con
la pinta que arriba describo) y empiezas a notar cosas: te duelen músculos que
antes no conocías, vuelves maldiciendo al primer ser humano que se le ocurrió
esto de andar muy deprisa, (que es lo que has hecho, no te engañes) tienes cansadas
hasta las pestañas… Todo esto es lo normal, para qué engañarnos.
¿a que molan?
Pero es
que aparte de esto tienes un dolorcillo en tus rodillas, tobillos, cadera… que
ya no te parece tan normal, y que va a mas con el paso de los días de
entrenamiento. Entonces, o dejas de correr (a este mundo no hemos venido a
sufrir, piensas), o te lesionas, o empiezas a mirar con recelo a tus viejas
zapatillas.
Las das vueltas y vueltas, y sacas un par de
conclusiones:
-La parte de arriba de cuero…es durita, no?
-esto de que la parte de debajo de la suela
me la haya comido por un lado, ¿es normal?
-Jodo, así tengo esta ampolla en el pie… ¡si
se me ha desgastado la plantilla del todo por un lado!
No te asustes, es un proceso por el que hemos
pasado casi todos. Te estás dando cuenta de que lo que necesitas para ir
andando al bar no es precisamente lo mismo que te hace falta para correr una
(media, un cuarto de) hora. Enhorabuena, bienvenido al club. Ahora vuelta a la
disyuntiva: ¿lo dejamos, o me compro unas zapas adecuadas?
-Pos mire…yo es que quiero unas zapatillas para correr
(En ese momento, el dependiente de la tienda, que se da un aire a Chema Martinez (Ya irás sabiendo quien es, de momento no te preocupes y sigue leyendo), te mira de arriba abajo, deteniéndose un poquito en la camiseta de White Label que llevas puesta, y te suelta…
-ya. ¿Cuánto corres? ¿Pronador? ¿Peso? ¿Competición o entrenamiento?
-¿Lo cualo?
(Suspiro) – vaya por Dios, otro…- Nada, nada, empecemos por partes.
Pues eso, todo esto te lo van a preguntar en un momento dado, y, aunque te parezca mentira, necesitarías saberlo. Al fin y al cabo, casi todo es algo sencillo, salvo la palabrota esa de “Pronador”. Tú dile lo demás, y seguro que si es una tienda medianamente decente, te podrás hacer con un buen par de alas que te sirvan, por lo menos hasta que entres un poco en este mundillo.
Un consejillo. Gástate el dinero. Si otras cosas son accesorias, esta no. Hay zapas muy buenas en casi todas las marcas, y están diseñadas para esto. Hay incluso alguna que es relativamente barata. Merece la pena, hombre, no me seas gañan. Póntelas en la tienda, mira si te son cómodas, y no te las compres justas de talla.
Hay zapas para gordos y para delgados, para pronadores y supinadores (no es una perversión sexual, es un tipo de pisada al correr), más amortiguadas y menos.
Hay un montón de foros especializados, como por ejemplo http://www.foroatletismo.com/,http://www.elatleta.com/, donde hay gente muy amable que soluciona todas las dudas que tengas. Empápate, si tienes tiempo. Es interesante.
Y luego prueba. Se nota, eh?
Si la respuesta es pasar por caja, tienes
unas cuantas opciones: ir a una tienda o informarte un poquito antes. Yo te
diría que, ya que te vas a tener que dejar los dinerillos, por lo menos vete a
una tienda especializada, donde
alguien te sepa informar. Y aquí viene el lio…
-Buenas
-¿En qué puedo ayudarle?
-Pos mire…yo es que quiero unas zapatillas
para correr
(En ese momento, el dependiente de la tienda,
que se da un aire a Chema Martinez (Ya irás sabiendo quien es, de momento no te preocupes y sigue leyendo), te mira de arriba abajo, deteniéndose un
poquito en la camiseta de White Label que llevas puesta, y te suelta…
-ya. ¿Cuánto corres? ¿Pronador? ¿Peso?
¿Competición o entrenamiento?
-¿Lo cualo?
(Suspiro) – vaya por Dios, otro…- Nada, nada,
empecemos por partes.
Pues eso, todo esto te lo van a preguntar en
un momento dado, y, aunque te parezca mentira, necesitarías saberlo. Al fin y
al cabo, casi todo es algo sencillo, salvo la palabrota esa de “Pronador”. Tú dile lo demás, y seguro que si es una
tienda medianamente decente, te podrás hacer con un buen par de alas que te
sirvan, por lo menos hasta que entres un poco en este mundillo.
Un consejillo. Gástate el dinero. Si otras
cosas son accesorias, esta no. Hay zapas muy buenas en casi todas las marcas, y
están diseñadas para esto. Hay incluso alguna que es relativamente barata. Merece la pena, hombre, no me seas gañan. Póntelas en la tienda, mira si te son cómodas,
y no te las compres justas de talla.
Hay zapas para gordos y para delgados, para
pronadores y supinadores (no es una perversión sexual, es un tipo de pisada al
correr), más amortiguadas y menos.
Hay un montón de foros especializados, como
por ejemplo http://www.foroatletismo.com/,
http://www.elatleta.com/, donde hay
gente muy amable que soluciona todas las dudas que tengas. Empápate, si tienes
tiempo. Es interesante.
Y luego prueba. Se nota, eh?
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