No soy
(ni lo seré nunca) un corredor de esos que van en las primeras posiciones de
casi cualquier prueba, sino todo lo contrario. Si esperas consejos de
entrenamiento, de equipación,… mejor vete a algún otro blog, que los hay muy
buenos. Si os interesa mi opinión ya iré dando nombres. Soy un paquete del montón,
que no lleva corriendo ni un año, y que lo hace a ritmos que sonrojarían a
cualquiera que tuviese más sentido del ridículo que yo. Por si fuera poco,
estamos en la cuarentena cumplida, con lo cual creo que para Rio no me alcanza.
Intentaré la puesta a punto para Japón, pero lo veo un poco complicado.
Empecé
como muchos de los practicantes, con el fin de perder algo de masa (en mi caso
bastante, que van ya 20 kilitos), y coger un poco de forma, pues, aunque
siempre he hecho deporte, de un tiempo a esta parte lo había abandonado un
tanto por falta de…todo. Ni tiempo, ni ganas, ni moral, que uno acababa de ser
padre, y eso desgasta mucho.
Lo
dicho, después de aterrizar en el fabuloso mundo de los pañales, decidí que o
hacía algo o explotaba (literalmente), y como está mal visto pagarlo con el
crío, pues me puse a correr, y aquí estoy, rodando despacito, pero sin pausa, y
con ganas de continuar haciendo algo que he descubierto que, de momento, me
atrae bastante.
Y aquí
estamos, ni un año corriendo y ya con blog…
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